UNIVERSIDAD JUAREZ AUTÓNOMA DE TABASCO.
DIVISIÓN ACADÉMICA DE EDUCACIÓN Y ARTES.
Educación Intercultural En México.
Lic. ciencias de la educación.
ALUMNO:
Fredy del Carmen Montiel Rodriguez.
CATEDRÁTICO:
Ariel Gutierrez Valencia.
GENERO Y EDUCACIÓN.
Introducción.
Durante los primeros años de nuestra vida aprendemos ciertos patrones de percepción e interpretación específicos de nuestra cultura y género que nos ayudan a estructurar la realidad. El sector educativo y la escuela como lugar de estudio tienen mucha influencia sobre el aprendizaje y brindan la posibilidad de cuestionar el rol de género asignado. Por lo tanto, mediante la aplicación del enfoque de género en el área de la educación podrán hacerse visibles las relaciones existentes entre los sexos a fin de contribuir a superar las desigualdades existentes.
¿Que es el Genero?
El término género (en inglés, gender) indica las características sociales y el rol de género aprendido individualmente. La asignación de este rol puede variar mucho entre las diferentes sociedades. Aun dentro de una misma sociedad, la diferencia de rol puede diferir considerablemente dependiendo de la edad, estado civil, situación económica, pertenencia a un determinado grupo étnico o a una religión.
desigual. El objetivo principal consiste en alcanzar una igualdad de oportunidades entre los sexos». En consecuencia, la transversalización del enfoque de género puede considerarse como una estrategia para la implementación de una paridad real entre los sexos y es, por tanto, un aporte importante para la creación de una sociedad más justa y con igualdad de derechos.
Por medio del enfoque de género se debe contribuir a la creación de una sociedad justa y con iguales derechos para todos, así como superar las prácticas de marginación. El género es una de las categorías fundamentales de la convivencia entre los seres humanos. El enfoque de género corresponde a una concepción sociopolítica y sistémica del desarrollo. Contrariamente a ideas preconcebidas, los análisis de género atentos al contexto y a problemas sociales concretos sacan a relucir que no siempre son las mujeres y las niñas quienes sufren discriminación en los diferentes aspectos de la vida social.
La participación femenina en los parlamentos nacionales aumenta muy lentamente.12 En los países en los cuales se ha introducido de forma exitosa una cuota para la participación política femenina, la proporción de mujeres en los parlamentos nacionales asciende a 30% o más.13 Para las mujeres, es también especialmente difícil llegar a puestos directivos en la economía.Sobre la base de las experiencias de discriminación imperantes, se han creado muchas iniciativas de apoyo y programas de fomento especialmente para las mujeres, mientras que para los hombres o las personas que no satisfacen la norma heterosexual existen pocos programas comparables o alternativos
desigual. El objetivo principal consiste en alcanzar una igualdad de oportunidades entre los sexos». En consecuencia, la transversalización del enfoque de género puede considerarse como una estrategia para la implementación de una paridad real entre los sexos y es, por tanto, un aporte importante para la creación de una sociedad más justa y con igualdad de derechos.
Análisis de género.
Se analizan las políticas y los métodos según sus efectos, y su utilidad para las mujeres y los hombres. Se evalúa su potencial para superar discriminaciones y lograr la igualdad de oportunidades. Para efectuar un análisis de género, es necesario recoger datos estadísticos sensibles a los aspectos del género, así como indicadores y datos estadísticos desagregados por género.
Objetivo general y relevancia.
Por medio del enfoque de género se debe contribuir a la creación de una sociedad justa y con iguales derechos para todos, así como superar las prácticas de marginación. El género es una de las categorías fundamentales de la convivencia entre los seres humanos. El enfoque de género corresponde a una concepción sociopolítica y sistémica del desarrollo. Contrariamente a ideas preconcebidas, los análisis de género atentos al contexto y a problemas sociales concretos sacan a relucir que no siempre son las mujeres y las niñas quienes sufren discriminación en los diferentes aspectos de la vida social.La participación femenina en los parlamentos nacionales aumenta muy lentamente.12 En los países en los cuales se ha introducido de forma exitosa una cuota para la participación política femenina, la proporción de mujeres en los parlamentos nacionales asciende a 30% o más.13 Para las mujeres, es también especialmente difícil llegar a puestos directivos en la economía.Sobre la base de las experiencias de discriminación imperantes, se han creado muchas iniciativas de apoyo y programas de fomento especialmente para las mujeres, mientras que para los hombres o las personas que no satisfacen la norma heterosexual existen pocos programas comparables o alternativos
Antecedentes de las diferentes tipologías y enfoques: fundamentación.
Si bien hasta una vez entrado el siglo XX se les negó a las mujeres en gran parte el estatus como individuos con derechos, hoy en día se reconoce la igualdad formal entre los sexos en la mayoría de los países. Pero en la práctica las cosas son diferentes, pues las formas de discriminación específicas de género continúan siendo un elemento estructural importante en la sociedad, la política y la economía. Durante la década de 1970 el movimiento feminista realzó la diferencia entre los sexos (por ejemplo, el feminismo radical y el feminismo ecológico). A partir de la década de 1990 se llamó la atención sobre el carácter socialmente construido del género mediante enfoques deconstructivistas.
Tal como en algunos países y contextos los derechos humanos se rechazan por ser un «concepto occidental», en muchos lugares se critican –a veces difamándolos– los movimientos en pro de los derechos de la mujer, los enfoques feministas, las iniciativas de género y las campañas contra la discriminación como iniciativas occidentales y orientadas a la clase media, y se consideran como una agresión contra las tradiciones y las prácticas culturales, así como contra la unidad social y familiar.
Mientras que hoy en día el feminismo diferencial casi no juega ningún papel, existen al igual que antes muchos(as) defensores(as) de los derechos de la mujer de orientación li-beral que vinculan el logro de la equidad entre los sexos sobre todo con el acceso formal y no tanto con las posibilidades de participar. La estrategia de la transversalización del enfoque de género se introdujo, en primer lugar, en conexión con temas de desarrollo y las políticas feministas, y estaba estrechamente unida a una nueva descripción de las tareas del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Su objetivo era influir en la «agenda» de la política de desarrollo para obtener una mayor equidad de género.
Acuerdos internacionales y conferencias.
A través de una serie de Conferencias Mun-diales de la Mujer (1975 en México, 1985 en Nairobi, 1995 en Pekín, así como las sucesivas conferencias de Pekín se trataron temas relativos a las diferencias de género existentes. Por ejemplo, en la violencia contra la mujer, los derechos a la autodeterminación sexual, los derechos de la mujer como derechos humanos, así como opiniones sobre temas relativos a la política y la economía mundial. Estas conferencias mundiales fueron complementadas con múltiples conferencias regionales de mujeres.
La meta de la equidad entre los sexos se retoma también en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
OBJETIVO
Se deberá alcanzar la educación primaria completa para todos los niños y niñas (objetivo 2)
El fomento de la igualdad entre los sexos y el fortalecimiento del rol de la mujer (objetivo 3)
Así como la mejora de la asistencia médica para las madres (objetivo 5)
La así llamada Convención sobre los Derechos de la Mujer (CEDAW), el acuerdo internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, entró en vigencia en 1981. Por medio de un protocolo facultativo, es posible desde el año 2000 establecer demandas relativas a todos los casos especialmente graves o sistemáticos de violaciones de los derechos humanos en contra de las mujeres.
La Importancia del tema para el sector educativo en general.
Como el género es uno de los enfoques estructurales universales de la sociedad, al igual que los procesos educativos, no se produce en un espacio neutral o aislado. Los estereotipos de género y las relaciones entre los sexos, muchas veces jerárquicas, se reproducen en los procesos educativos, tanto dentro como fuera de los centros de enseñanza. La educación también puede aportar de manera determinante al cuestionamiento de los modelos de pensamiento y a los roles estereotipados y discriminadores. Para este fin, las instituciones de enseñanza deben organizarse de una forma que sea sensible al género. Entre tanto, muchas veces las niñas son presentadas como más exitosas que los niños en su escolaridad. Sin embargo, ellas no son mejores en todas las áreas. Así, pueden establecerse desigualdades entre los sexos en los rendimientos en diferentes materias.
Acceso y comparaciones relativas al rendimiento escolar.
La proporción de niñas en las escuelas de educación especial es menor de un tercio. La representación de niñas en las Escuelas de Enseñanza General Básica en Alemania es de 44%, mientras que entre los y las bachilleres su participación. El mejor desempeño escolar de las niñas se refleja también en un ingreso ligeramente mayor a las instituciones de estudios superiores.41 Hoy en día, las niñas y las mujeres en muchos países ya no se ven perjudicadas en su acceso a la enseñanza. En el Perú, que ocupa uno de los últimos lugares en el estudio PISA 2001, la tasa de asistencia a la educación primaria (de 6 a 11 años) de los niños es de 94,9% y la de las mujeres, de 93,1%; se mantiene una brecha de 1,8%.
Distribución de los sexos en la organización escolar.
A medida que aumenta la edad de los y las escolares, disminuye la representación de profesoras en las escuelas. Esta división desigual entre hombres y mujeres en cada uno de los tipos de enseñanza se denomina segregación horizontal, mientras que la segregación vertical se manifiesta en el dominio de un sexo en las posiciones directivas en la organización escolar
Interacciones durante las clases.
Los escolares masculinos, al parecer, aunque son reprendidos más a menudo y se les exige atenerse a reglas más duras, demandan mayor apoyo. De esta manera, los niños varones reciben aproximadamente dos tercios de la atención de los docentes. Deberían tomarse en consideración otras categorías, como los antecedentes migratorios, la pertenencia étnica o la situación social, a fin de lograr una mejor interacción entre las categorías.
Materiales didácticos.
También existe una larga tradición en la investigación de los libros escolares con relación al género; Si bien estos estereotipos han disminuido en los últimos años, aún pueden encontrarse muchos ejemplos que transmiten la división de roles específicos para hombres y mujeres. Observando la situación de la enseñanza a escala mundial, puede decirse que en muchos países, y en todos los grupos sociales, las niñas continúan siendo perjudicadas en el sistema educativo. En condiciones de pobreza, peligra el acceso a la enseñanza de los niños de ambos sexos. Para las niñas afectadas por la pobreza, existe un «doble peligro» (double jeopardy) de no acceder a la educación: por ser niñas y por ser pobres. Asimismo, a medida que aumenta la edad de los y las escolares, se intensifican las disparidades entre los sexos con respecto al acceso a la enseñanza y la permanencia en la escuela. Muchas veces se dificulta o se hace imposible el ingreso, en especial de las niñas, a las escuelas de enseñanza media.
Áreas de aplicación en la práctica e implementación.
La implementación del tema «género», como eje transversal en el área de la educación, puede realizarse en diferentes niveles. En el nivel estructural, las leyes de igualdad y la creación de directrices marco justas para ambos sexos sirven como requisito para la real igualdad de género. Las relaciones entre los sexos también deben reflejarse en los enfoques para las reformas escolares, el desarrollo de los currículos, la formación profesional y el perfeccionamiento de los y las docentes. También deben prepararse oportunidades de cambio.
A nivel escolar e institucional, deben crearse en las propias escuelas las condiciones para posibilitar una organización sensible al género. Por ejemplo, los modelos de horarios de trabajo que hagan compatible el desarrollo profesional con la vida familiar, la fijación de cuotas para la contratación de personal y el desarrollo de una cultura organizativa sensible al género.
El nivel del contenido profesional y metodológico reúne varias áreas y está estrechamente ligado al nivel personal. Los objetivos y los contenidos de enseñanza esenciales generalmente son establecidos por los currículos. Sin embargo, es posible efectuar cambios considerables de contenido, así como didácticos y metodológicos.
En el nivel personal, es necesario que cada uno de los colaboradores y colaboradoras adquiera una competencia en materia de género a través de una capacitación específica, esto es, una sensibilización relativa a las condiciones jerárquicas existentes entre los sexos. Los instrumentos en este nivel podrán ser el asesoramiento entre colegas y las medidas tipo coaching, así como cursos de perfeccionamiento en períodos regulares.
Acuerdos internacionales y conferencias para el sector educativo.
Gracias al impulso del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985), en muchos países se promovieron medidas especiales para el fomento de la igualdad de derechos en la enseñanza. El derecho a una enseñanza sin discriminación está establecido en varios convenios de derecho internacional; por ejemplo, en la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. En el artículo 28 de la Convención sobre los Derechos del Niño se prevé el cumplimiento progresivo del derecho a la educación en todos los niveles de enseñanza «en condiciones de igualdad de oportunidades»
Se definieron medidas para alcanzar el acceso igualitario a la educación y la eliminación de diferencias específicas entre los sexos en todos los modelos educativos. Estas incluyen también medidas especiales de fomento para niñas y mujeres, el desarrollo de planes y programas de acción para lograr una enseñanza de calidad y una mejor tasa de escolarización para niños y niñas, así como la eliminación de la discriminación específica de género y estereotipos en los currículos, los materiales didácticos y los procesos educativos. Reforzaron aún más la reivindicación relativa a la superación de la disparidad entre los sexos. Esto se basó en la conciencia de que siguiendo una enseñanza basada en principios neutrales en cuanto al género no se logrará una educación de calidad, de alcance universal y accesible para todos.
Género y educación en el Perú.
El sistema educativo y las brechas de género existentes:
En el sistema educativo peruano, a pesar de las transformaciones normativas que se han producido desde mediados del siglo XX, las oportunidades de educación son más limitadas para las mujeres que para los hombres, habiendo grandes brechas entre zonas urbanas y rurales. Las poblaciones con recursos econó-micos bajos, pertenecientes a áreas rurales y hablantes de lenguas maternas vernáculas, son las más excluidas del sistema educativo. Son estas características las que agudizan las diferencias existentes entre hombres y mujeres
Avances y limitaciones en los niveles político y legal:
Los marcos políticos y legales en el Perú se han ido modificando para tratar de incorporar un enfoque de género que garantice menores diferencias entre los ciudadanos y que promueva la igualdad de derechos. El Acuerdo Nacional (2002) propuso la promoción de la igualdad de oportunidades sin discriminaciones de índole étnica, religiosa o por discapacidad, tomando en cuenta aspectos relacionados con la diversidad existente que contribuyen a la formación de imaginarios y actitudes que atentan contra la equidad. El Proyecto Educativo Nacional (2006) plantea una oportunidad para avanzar hacia una política educativa con enfoque de género y tratar de romper con una mirada tradicional, porque ubica a la equidad asociada a la calidad de vida, a la expansión de oportunidades, posibilidades y capacidades considerando las diferencias económicas, sociales y culturales existentes como causas posibles de discriminación e inequidad.
Ejemplos de inequidad en el magisterio y la formación docente.
El magisterio peruano concentra su mayor porcentaje de plazas asignadas en la educación primaria, con una proporción de 52%, que se encuentran divididas en 41% de varones y 59% de mujeres;existen inequidades debido a que las escuelas rurales son de tipo multigrados y unidocentes, y es en esas modalidades donde se evidencian diferencias significativas en los aprendizajes. Existen inequidades debido a que las escuelas rurales son de tipo multigrados y unidocentes, y es en esas modalidades donde se evidencian diferencias significativas en los aprendizajes.
Conclusión.
El enfoque de género debe contribuir a ofrecer una visión cabal de los roles de género y la discriminación específica por sexos, y aportar a su superación. Para este fin, es necesario observar detalladamente cuáles son las áreas en las cua-les se causa un especial perjuicio a un grupo determinado. Cuando se utiliza la palabra género únicamente como sinónimo de la situación de niñas y mujeres, puede perderse la visión de que existen otras víctimas de discriminación,
Las relaciones y los roles de género son sensibles a la influencia positiva de la educación y, por lo tanto, pueden transformarse mediante los procesos educativos. Una política educativa y actividades pedagógicas comprometidas con un enfoque de equidad de género y no discriminación contribuyen a acercarnos un paso más hacia el logro de los Objetivo contra el discriminalismo entre ambos sexo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario