UNIVERSIDAD JUAREZ AUTÓNOMA DE TABASCO.
DIVISIÓN ACADÉMICA DE EDUCACIÓN Y ARTES.
Educación Intercultural En México.
Lic. ciencias de la educación.
ALUMNO:
Fredy del Carmen Montiel Rodríguez.
CATEDRÁTICO:
Ariel Gutierrez Valencia
POLÍTICAS Y FUNDAMENTOS EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE EN MÉXICO.
Ariel Gutierrez Valencia
POLÍTICAS Y FUNDAMENTOS EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE EN MÉXICO.
LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE.
La (EIB) se entiende como el conjunto de procesos
pedagógicos intencionados que se orientan a la formación de personas capaces de
comprender la realidad desde diversas ópticas culturales y de intervenir en
procesos de transformación social que respeten y se beneficien de la diversidad
cultural.
La primera consiste en lograr que todos
los alumnos alcancen los objetivos educativos nacionales y asegurar el acceso y
permanencia en todos los niveles del SEN. Ello implica realizar acciones para
que los grupos sociales con mayor rezago educativo alcancen los objetivos
planteados. Se trata de una educación de calidad con pertinencia y
equidad. La segunda, implica replantear la relación con los otros e
involucrar en este proceso a los actores de la educación. Ello
supone reconocer la propia identidad cultural como una
construcción particular de lo cultural y, por tanto, aceptar la existencia
de otras. Para llevar a cabo lo anterior es necesario implementar
el proceso de conocimiento, reconocimiento y valoración, enunciado en
el capítulo III. En términos educativos este proceso también está marcado
por tres ámbitos:
1. Epistemológico
o del conocer:
Este ámbito supone
reconocer el carácter relativo de los conocimientos de la cultura propia,
comprender conocimientos procedentes de otras tradiciones culturales y sentar
las bases para la articulación y/o confrontación de conocimientos de diversas
culturas. Entender el mundo que, no obstante las diferencias con la
cultura propia, son igualmente válidas en tanto que constituyen el
conjunto de conocimientos, valores y creencias que dan sentido a la
existencia de un pueblo y, por tanto, a la vida de las personas que lo
integran. Ello implica rebasar las propuestas educativas centradas
casi exclusivamente en la tradición cultural de Occidente, para dar
entrada a conocimientos, valores, formas de organización, entre otros
aspectos, de otras culturas, en particular de los pueblos originarios de
México. Este diálogo intercultural, en su dimensión cognitiva,
implica confrontar tradiciones culturales propias y ajenas; busca ser un
espacio de reflexión en que las concepciones del otro puedan ser comprendidas,
y las propias, reelaboradas y enriquecidas a partir de las primeras:
"Las culturas indígenas han
aportado conocimientos, definiciones y nuevos conceptos, fundamentales
para la llamada ciencia moderna. Es el caso de la herbolaria, la
astronomía, los tipos de suelo, los ciclos lunares y sus relaciones con
el trabajo humano, etc. Pero quizá la contribución más relevante
haya sido el ampliar el horizonte de
las posibilidades lógicas y de rutas alternas para conocer el mundo en
que se habita."
2. Ético-político o
del elegir.
En efecto, un requisito para educar con
miras a la interculturalidad es una educación ética, es decir, una
educación en y para la responsabilidad. Alguien es responsable cuando es
capaz de elegir de manera autónoma entre diversas alternativas; para
ello es necesario desarrollar la capacidad de pensar y actuar
autónomamente, con base en criterios de justicia y equidad. La
formación ética supone el desarrollo, entre otros factores, del juicio
moral y la comprensión crítica, capacidades que favorecen
el conocimiento de puntos vista
diversos.
El propósito es formar
individuos para que, lejos de imponer los valores propios sobre los
ajenos, sean capaces de participar de manera autónoma en
diálogos interculturales que faciliten la construcción de valores
compartidos a fin de lograr la convivencia armónica y la justicia. La
educación ética no puede prescindir de la experiencia. Por ello se busca
que el ambiente en la escuela y en el aula, a través de la experiencia
diaria de convivencia, favorezca mediante el diálogo la valoración de la
diversidad.Significa que las personas, a través de la educación ética,
desarrollen sus capacidades de pensamiento crítico, y que aprendan a
aplicar éstas tanto en la historia personal como en la colectiva, a fin de
mejorarlas.
3. Lingüístico o de
la comunicación.
La cuestión lingüística para la educación intercultural implica varios
estadios para el conocimiento, el reconocimiento y la valoración de las lenguas
indígenas, y va, como ya mencionamos, es un espectro que va de la
sensibilización al bilingüismo o multilingüismo. Por bilingüismo se entiende el
uso equilibrado de dos sistemas lingüísticos con competencias
comunicativas semejantes. La EIB se inscribe en un modelo de bilingüismo que
es de mantenimiento, revitalización y desarrollo de las lenguas
indígenas. Privilegia la situación sociolingüística de la región y el
derecho a ser educado en la lengua materna.
La EIB busca la formación de un
bilingüismo equilibrado al echar mano de la competencia bilingüe
individual para alcanzar, equitativa y aditivamente, destrezas
comunicativas tanto en la lengua materna como en la segunda, atendiendo a
todos sus componentes: expresión oral, lectura, escritura y reflexión
sobre la lengua. La EIB se propone como idea central promover el uso
y la enseñanza de las lenguas educación en una segunda lengua corresponde a la
que se adquiere después de la lengua materna. En el contexto
indígena por lo regular corresponde al español, que, además, es la
lengua franca: la de uso común entre
los distintos grupos etnolingüísticos del país.
La EIB se adaptará a las realidades
sociolingüísticas de las comunidades educativas. Aunque existen tantas
opciones para trabajar la cuestión lingüística como comunidades
educativas, es necesario
definir directrices que abarquen desde
la valoración y el respeto por todas las lenguas habladas en nuestro
territorio, hasta el bilingüismo equilibrado y el multilingüismo eficaz.
LA CALIDAD EN LA
EDUCACIÓN INTERCULTURAL.
La calidad de la educación
se define en términos sencillos como la capacidad de un
sistema educativo, a partir de la capacidad de cada uno de sus
establecimientos, de lograr que todos los alumnos alcancen objetivos
de aprendizaje relevantes, en el tiempo previsto para ello. No todos
los objetivos educativos son los mismos para la población en su conjunto.
El bilingüismo equilibrado, por ejemplo, es una meta propia de la
educación destinada a poblaciones indígenas. Por otro lado, todos los
habitantes del territorio mexicano, tanto indígenas como no indígenas,
comparten el objetivo de conocer, reconocer y valorar los aportes de las
diversas culturas de la nación y de otros países.
Los objetivos de la educación
intercultural son relevantes porque están determinados por los entornos
socioculturales de las comunidades educativas; lo cual, además de
favorecer el desarrollo de habilidades básicas y superiores, la capacidad
de seguir aprendiendo, y las herramientas para convivir socialmente en
democracia, permite construir una realidad social en que la
relación entre culturas se produzca en pie de igualdad, con base en el
respeto, la valoración y el aprecio de la diversidad.
PROPÓSITOS DE LA
EDUCACIÓN INTERCULTURAL:
• Logren el pleno dominio de los
objetivos de aprendizaje para todos con pertinencia, relevancia y equidad.
• Desarrollen la capacidad de
comprender la realidad desde perspectivas culturales diversas que
faciliten la comprensión de las prácticas culturales, propias y ajenas, de
manera crítica y contextualizada.
• Fortalezcan el conocimiento y el
orgullo por la cultura propia como elemento para afianzar la identidad.
• Desarrollen su competencia
comunicativa, tanto oral como escrita, en su lengua materna y en una
segunda lengua.
• Conozcan la realidad multicultural y
multilingüe del país, y valoren los aportes de los pueblos que lo habitan
como riqueza de la nación mexicana.
Escenario minoritario homogéneo.
Ningún grupo, por más aislado que
se encuentre, es enteramente homogéneo. Aunque en nuestro país existen distintas
minorías culturales, abordaremos principalmente las instituciones a las
que asisten estudiantes indígenas. La EIB destinada a este segmento de la
población, atiende gubernamentalmente a los niveles iniciales: preescolar
y primaria. Como ya se señaló antes, los resultados obtenidos en esta
modalidad educativa aún son muy incipientes. En la práctica, es común
que la lengua indígena se emplee de manera transicional en escuelas cuyos
estudiantes tienen esa lengua como materna, o que desaparezca prácticamente
del ámbito escolar cuando los sujetos tienen como lengua materna el
español o cuando pertenecen a una comunidad bilingüe.
Escenario mayoritario homogéneo.
Nos referimos aquí al
escenario constituido por instituciones educativas a las que asisten alumnos
pertenecientes a la cultura mayoritaria del país y que conviven sólo con
miembros de su cultura. En el mejor de los casos, lo indígena es un
referente histórico del pasado. Por tanto, constituye un gran reto para
esta población lograr conocer, reconocer y valorar la realidad de los
pueblos indígenas contemporáneos como parte constitutiva de la nación.Es
decir, la cultura mayoritaria de nuestro país tiene su origen en una
vertiente indígena que no siempre es reconocida como tal. Esto, entre
otros factores, impide reconocer los elementos culturales que son comunes
en la cultura mayoritaria, respecto de las culturas minoritarias del país.
Realidades multiculturales.
Como consecuencia de la globalización
económica, el fenómeno migratorio ha propiciado el surgimiento de nuevas
realidades multiculturales En México, un alto porcentaje de indígenas
vive en zonas urbanas, y esta realidad crece a pasos agigantados. A pesar
de ello, las escuelas ubicadas en ciudades medianas y grandes no han
identificado esta realidad. Cuando algún alumno o alumna no
habla bien el español, suele considerársele como un alumno con
necesidades educativas especiales. Los maestros no han sido
formados para atender esta creciente realidad multicultural, y el sistema
educativo tampoco está preparado para
enfrentarla.
Es necesario generar estrategias
para que los diferentes grupos culturales accedan a una escuela construida
para y desde su cultura, al tiempo que les ofrezca la posibilidad de
conocer otras. Asimismo, la escuela debe ofrecer espacios de reflexión
ética que permitan a los alumnos reconsiderar sus ideas sobre lo diferente
y replantear sus formas de relación con los otros.
EN CONCLUSIÓN.
Así, la diversidad cultural, étnica y lingüística como base de la
pedagogía intercultural debe centrarse en el desarrollo de prácticas y procesos
educativos a partir del reconocimiento de la diversidad y la valoración de las
expresiones culturales (colectivas e individuales) presentes en el aula,
mediante el aprovechamiento de la diversidad de saberes, conocimientos y
prácticas como recursos pedagógicos que mejoren los distintos ámbitos de la
educación: currículum, sujetos educativos, comunidades educativas, docentes
y materiales educativos, entre otros. Cristaliza, entonces, la idea de una
educación en y para la diversidad.
La Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe intentará
articular en esta propuesta la experiencia compartida con maestros, maestras,
niños, niñas y comunidades involucrados en este proceso de construcción
colectiva de la EIB en México.
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