domingo, 26 de julio de 2015

LECTURA 16 RESUMEN: POLÍTICAS Y FUNDAMENTOS EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE EN MÉXICO


UNIVERSIDAD JUAREZ AUTÓNOMA DE TABASCO.

DIVISIÓN ACADÉMICA DE EDUCACIÓN Y ARTES. 


Educación Intercultural En México.


Lic. ciencias de la educación.


ALUMNO:

 Fredy del Carmen Montiel Rodríguez.

 

CATEDRÁTICO:

 Ariel Gutierrez Valencia


POLÍTICAS Y FUNDAMENTOS EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE EN MÉXICO.



LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE.


La (EIB) se entiende como el conjunto de procesos pedagógicos intencionados que se orientan a la formación de personas capaces de comprender la realidad desde diversas ópticas culturales y de intervenir en procesos de transformación social que respeten y se beneficien de la diversidad cultural.

La primera consiste en lograr que todos los alumnos alcancen los objetivos educativos nacionales y asegurar el acceso y permanencia en todos los niveles del SEN. Ello implica realizar acciones para que los grupos sociales con mayor rezago educativo alcancen los objetivos planteados. Se trata de una educación de calidad con pertinencia y equidad. La segunda, implica replantear la relación con los otros e involucrar en este proceso a los actores de la educación. Ello supone reconocer la propia identidad cultural como una construcción particular de lo cultural y, por tanto, aceptar la existencia de otras. Para llevar a cabo lo anterior es necesario implementar el proceso de conocimiento, reconocimiento y valoración, enunciado en el capítulo III. En términos educativos este proceso también está marcado por tres ámbitos:

1. Epistemológico o del conocer:

Este ámbito supone reconocer el carácter relativo de los conocimientos de la cultura propia, comprender conocimientos procedentes de otras tradiciones culturales y sentar las bases para la articulación y/o confrontación de conocimientos de diversas culturas. Entender el mundo que, no obstante las diferencias con la cultura propia, son igualmente válidas en tanto que constituyen el conjunto de conocimientos, valores y creencias que dan sentido a la existencia de un pueblo y, por tanto, a la vida de las personas que lo integran. Ello implica rebasar las propuestas educativas centradas casi exclusivamente en la tradición cultural de Occidente, para dar entrada a conocimientos, valores, formas de organización, entre otros aspectos, de otras culturas, en particular de los pueblos originarios de México. Este diálogo intercultural, en su dimensión cognitiva, implica confrontar tradiciones culturales propias y ajenas; busca ser un espacio de reflexión en que las concepciones del otro puedan ser comprendidas, y las propias, reelaboradas y enriquecidas a partir de las primeras:

"Las culturas indígenas han aportado conocimientos, definiciones y nuevos conceptos, fundamentales para la llamada ciencia moderna. Es el caso de la herbolaria, la astronomía, los tipos de suelo, los ciclos lunares y sus relaciones con el trabajo humano, etc. Pero quizá la contribución más relevante
haya sido el ampliar el horizonte de las posibilidades lógicas y de rutas alternas para conocer el mundo en que se habita."

2. Ético-político o del elegir.

En efecto, un requisito para educar con miras a la interculturalidad es una educación ética, es decir, una educación en y para la responsabilidad. Alguien es responsable cuando es capaz de elegir de manera autónoma entre diversas alternativas; para ello es necesario desarrollar la capacidad de pensar y actuar autónomamente, con base en criterios de justicia y equidad. La formación ética supone el desarrollo, entre otros factores, del juicio moral y la comprensión crítica, capacidades que favorecen
el conocimiento de puntos vista diversos.

El propósito es formar individuos para que, lejos de imponer los valores propios sobre los ajenos, sean capaces de participar de manera autónoma en diálogos interculturales que faciliten la construcción de valores compartidos a fin de lograr la convivencia armónica y la justicia. La educación ética no puede prescindir de la experiencia. Por ello se busca que el ambiente en la escuela y en el aula, a través de la experiencia diaria de convivencia, favorezca mediante el diálogo la valoración de la diversidad.Significa que las personas, a través de la educación ética, desarrollen sus capacidades de pensamiento crítico, y que aprendan a aplicar éstas tanto en la historia personal como en la colectiva, a fin de mejorarlas.

3. Lingüístico o de la comunicación.

La cuestión lingüística para la educación intercultural implica varios estadios para el conocimiento, el reconocimiento y la valoración de las lenguas indígenas, y va, como ya mencionamos, es un espectro que va de la sensibilización al bilingüismo o multilingüismo. Por bilingüismo se entiende el uso equilibrado de dos sistemas lingüísticos con competencias comunicativas semejantes. La EIB se inscribe en un modelo de bilingüismo que es de mantenimiento, revitalización y desarrollo de las lenguas indígenas. Privilegia la situación sociolingüística de la región y el derecho a ser educado en la lengua materna.

La EIB busca la formación de un bilingüismo equilibrado al echar mano de la competencia bilingüe individual para alcanzar, equitativa y aditivamente, destrezas comunicativas tanto en la lengua materna como en la segunda, atendiendo a todos sus componentes: expresión oral, lectura, escritura y reflexión sobre la lengua. La EIB se propone como idea central promover el uso y la enseñanza de las lenguas educación en una segunda lengua corresponde a la que se adquiere después de la lengua materna. En el contexto indígena por lo regular corresponde al español, que, además, es la
lengua franca: la de uso común entre los distintos grupos etnolingüísticos del país. 

La EIB se adaptará a las realidades sociolingüísticas de las comunidades educativas. Aunque existen tantas opciones para trabajar la cuestión lingüística como comunidades educativas, es necesario
definir directrices que abarquen desde la valoración y el respeto por todas las lenguas habladas en nuestro territorio, hasta el bilingüismo equilibrado y el multilingüismo eficaz.

LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL.

La calidad de la educación se define en términos sencillos como la capacidad de un sistema educativo, a partir de la capacidad de cada uno de sus establecimientos, de lograr que todos los alumnos alcancen objetivos de aprendizaje relevantes, en el tiempo previsto para ello. No todos los objetivos educativos son los mismos para la población en su conjunto. El bilingüismo equilibrado, por ejemplo, es una meta propia de la educación destinada a poblaciones indígenas. Por otro lado, todos los habitantes del territorio mexicano, tanto indígenas como no indígenas, comparten el objetivo de conocer, reconocer y valorar los aportes de las diversas culturas de la nación y de otros países.

Los objetivos de la educación intercultural son relevantes porque están determinados por los entornos socioculturales de las comunidades educativas; lo cual, además de favorecer el desarrollo de habilidades básicas y superiores, la capacidad de seguir aprendiendo, y las herramientas para convivir socialmente en democracia, permite construir una realidad social en que la relación entre culturas se produzca en pie de igualdad, con base en el respeto, la valoración y el aprecio de la diversidad.

PROPÓSITOS DE LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL:
• Logren el pleno dominio de los objetivos de aprendizaje para todos con pertinencia, relevancia y equidad.
• Desarrollen la capacidad de comprender la realidad desde perspectivas culturales diversas que faciliten la comprensión de las prácticas culturales, propias y ajenas, de manera crítica y contextualizada.
• Fortalezcan el conocimiento y el orgullo por la cultura propia como elemento para afianzar la identidad.
• Desarrollen su competencia comunicativa, tanto oral como escrita, en su lengua materna y en una segunda lengua.
• Conozcan la realidad multicultural y multilingüe del país, y valoren los aportes de los pueblos que lo habitan como riqueza de la nación mexicana.

Escenario minoritario homogéneo.

Ningún grupo, por más aislado que se encuentre, es enteramente homogéneo. Aunque en nuestro país existen distintas minorías culturales, abordaremos principalmente las instituciones a las que asisten estudiantes indígenas. La EIB destinada a este segmento de la población, atiende gubernamentalmente a los niveles iniciales: preescolar y primaria. Como ya se señaló antes, los resultados obtenidos en esta modalidad educativa aún son muy incipientes. En la práctica, es común que la lengua indígena se emplee de manera transicional en escuelas cuyos estudiantes tienen esa lengua como materna, o que desaparezca prácticamente del ámbito escolar cuando los sujetos tienen como lengua materna el español o cuando pertenecen a una comunidad bilingüe. 

Escenario mayoritario homogéneo.

Nos referimos aquí al escenario constituido por instituciones educativas a las que asisten alumnos pertenecientes a la cultura mayoritaria del país y que conviven sólo con miembros de su cultura. En el mejor de los casos, lo indígena es un referente histórico del pasado. Por tanto, constituye un gran reto para esta población lograr conocer, reconocer y valorar la realidad de los pueblos indígenas contemporáneos como parte constitutiva de la nación.Es decir, la cultura mayoritaria de nuestro país tiene su origen en una vertiente indígena que no siempre es reconocida como tal. Esto, entre otros factores, impide reconocer los elementos culturales que son comunes en la cultura mayoritaria, respecto de las culturas minoritarias del país.

Realidades multiculturales.

Como consecuencia de la globalización económica, el fenómeno migratorio ha propiciado el surgimiento de nuevas realidades multiculturales En México, un alto porcentaje de indígenas vive en zonas urbanas, y esta realidad crece a pasos agigantados. A pesar de ello, las escuelas ubicadas en ciudades medianas y grandes no han identificado esta realidad. Cuando algún alumno o alumna no habla bien el español, suele considerársele como un alumno con necesidades educativas especiales. Los maestros no han sido formados para atender esta creciente realidad multicultural, y el sistema
educativo tampoco está preparado para enfrentarla.

Es necesario generar estrategias para que los diferentes grupos culturales accedan a una escuela construida para y desde su cultura, al tiempo que les ofrezca la posibilidad de conocer otras. Asimismo, la escuela debe ofrecer espacios de reflexión ética que permitan a los alumnos reconsiderar sus ideas sobre lo diferente y replantear sus formas de relación con los otros.

EN CONCLUSIÓN.


Así, la diversidad cultural, étnica y lingüística como base de la pedagogía intercultural debe centrarse en el desarrollo de prácticas y procesos educativos a partir del reconocimiento de la diversidad y la valoración de las expresiones culturales (colectivas e individuales) presentes en el aula, mediante el aprovechamiento de la diversidad de saberes, conocimientos y prácticas como recursos pedagógicos que mejoren los distintos ámbitos de la educación: currículum, sujetos educativos, comunidades educativas, docentes y materiales educativos, entre otros. Cristaliza, entonces, la idea de una educación en y para la diversidad.

La Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe intentará articular en esta propuesta la experiencia compartida con maestros, maestras, niños, niñas y comunidades involucrados en este proceso de construcción colectiva de la EIB en México.


















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