UNIVERSIDAD JUAREZ AUTÓNOMA DE TABASCO.
DIVISIÓN ACADÉMICA DE EDUCACIÓN Y ARTES.
Educación Intercultural En México.
Lic. ciencias de la educación.
ALUMNO:
Fredy del Carmen Montiel Rodríguez.
CATEDRÁTICO:
Ariel Gutierrez Valencia
Interculturalidad y Educación Intercultural en México.
Del multiculturalismo a la educación intercultural.
El multiculturalismo se entiende mejor como un
proyecto político y, como tal, abarca estrategias, instituciones, discursos y
prácticas encaminadas a hacer frente a una realidad multicultural.
El multiculturalismo forma parte de un proceso más amplio y profundo de
re-definición y re-imaginación del Estado-nación de cuño europeo así como de
las relaciones articuladas entre el Estado y la sociedad
contemporáneas. La multiculturalidad da cuenta de la presencia de culturas
diferentes y de la necesidad de atender las
demandas de los distintos grupos minoritarios, pero dentro de estos grupos
existen dinámicas y relaciones de poder. Las problemáticas de las
interrelaciones entre grupos diferenciados por cultura, etnia, clase y género
conviviendo en un mismo espacio social escapan de la misma, pero constituyen un
punto clave dentro de las reflexiones teóricas sobre la diversidad cultural.
Actualmente, en el debate sobre todo anglosajón se plantea la necesidad de "multiculturalizar" los sistemas educativos mediante mecanismos de "acción afirmativa" y "discriminación positiva" que permitan "empoderar" (empower) a determinadas minorías étnicas, autóctonas tanto como alóctonas, en sus procesos de identificación, etnogénesis y "emancipación". En este sentido, mientras que en Estados Unidos y el Reino Unido se tiende a una educación empoderadora enfocada hacia las minorías, en la Europa continental se está optando por una educación que transversaliza el fomento de las competencias interculturales. En America Latina y en México, por su parte, la educación intercultural aparece como un discurso propio en una fase postindigenista de redefinición de relaciones entre el estado y los pueblos indígenas.
Esta nueva "educación intercultural y bilingüe" nace con el
afán de superar las limitaciones tanto políticas como pedagógicas de la
anterior educación indígena bilingüe y bicultural, pero mantiene un fuerte
sesgo hacia el tratamiento preferencial de las cuestiones étnico-indígenas.
La interculturalidad
más allá de la asimilación y de la segregación: panorama de los enfoques
discursivos internacionales.
Los enfoques y modelos de educación intercultural que circulan en
el ámbito académico y pedagógico internacional, ya que éstos estructuran e
informan el debate contemporáneo sobre la interculturalidad educativa y sus
respectivas políticas públicas en el contexto mexicano.
Educar para asimilar
y/o compensar.
La "educación compensatoria", también clasificada como
"multiculturalismo liberal", coincide con el modelo anterior en su
"afirmación hegemónica de la cultura del país de acogida". La
acción educativa se dirige hacia la superación de determinadas
"desventajas" ("handicaps") culturales y
lingüísticas por parte del grupo minoritario . Desde los inicios de la Ausländerpädagogik,
la "pedagogía para los extranjeros" en Alemania,10 el enfoque
compensatorio predomina en la práctica de las intervenciones pedagógicas
destinadas a "lo otro". En vez de negar la diversidad existente, ésta
se patologiza y se "soporta" transitoriamente.
Educar para
diferenciar y/o biculturalizar.
En la mayoría de los sistemas educativos, esta pluralización
institucional se introduce mediante la denominada "enseñanza de la lengua
y cultura de origen" un ambiguo programa de índole "conservacionista",
a veces gestionado por organizaciones no gubernamentales, por las autoridades
consulares de los países de origen o por las instituciones públicas del país de
acogida.
Problemas similares enfrenta la llamada "educación bilingüe y bicultural". Este enfoque, clásicamente desarrollado en el contexto latinoamericano, se tiende a institucionalizar en aquellas regiones en las cuales el nacionalismo nacionalizante del Estado se enfrenta a la resistencia de un proceso subnacional de etnogénesis disidente.
Dos lenguas y dos culturas dotan a una persona de la posibilidad de
tener perspectivas duales o múltiples acerca de la sociedad. Aquellos que
hablan de una lengua y poseen mas de una cultura demuestran una mayor
sensibilidad y empatía y con mayor probabilidad tenderán a construir puentes y
no barricadas o fronteras. En vez de resultar sustractivo, como en el caso de
la asimilación, el legado del multiculturalismo son personas y procesos
aditivos.
Educar para tolerar y/o prevenir el racismo.
La "educación para la tolerancia" o para el "entendimiento intercultural" constituye el primer intento de ampliar la interculturalización educativa, incluyendo entre sus destinatarios también a los educandos provenientes de la sociedad mayoritaria. Mientras que el modelo de "educación para la tolerancia" de alguna forma sigue victimizando a los grupos minoritarios o subalternos de forma paternalista. La Educación Multicultural ignora elementos tan importantes en las relaciones sociales como la posición económica de las minorías en relación con la mayoría blanca, la diferencia de una y otra en el acceso a los recursos y la discriminación que se produce en aspectos tales como el empleo, la vivienda, la educación o las relaciones con la policía según se pertenezca a una u otra población.
Educar para transformar.
Por consiguiente, la "educación transformacionista" o
"liberadora", por su parte, también autodenominada
"multiculturalismo crítico", propone superar la acción afirmativa
para las minorías y rescatar la visión societal más amplia aportada por el
antirracismo. Creo que un énfasis en la construcción de lo blanco nos
ayudará a reenfocar de forma diferente e importante los problemas que giran en
torno a la formación de identidad en esta particular disyuntiva de nuestra
historia. Cuando los norteamericanos hablan de raza, inevitablemente se
refieren a afroamericanos/as, a asiáticos/as, a latinos/as y a indígenas
norteamericanos/as, siempre excluyendo a los euroamericanos/as.
Este multiculturalismo crítico retoma del antirracismo clásico la tarea de deconstruir la noción etnificada de "raza", para ilustrar los mecanismos ideológicos subyacentes en procesos de racialización y autorracialización que ocurren tanto en actores minoritarios o subalternos de la sociedad como en estratos mayoritarios o hegemónicos de la misma.
Educar para
interactuar.
La tarea específicamente pedagógica, por su parte, consistirá no sólo en
tematizar la heterogeneidad existente en el aula, sino incluso en aprovecharla
para generar entre los educandos mecanismos intragrupales de formulación,
negociación y resolución de conflictos. Las competencias interculturales
mutuamente adquiridas a través de la interacción grupal serían aprovechadas
para un "aprendizaje cooperativo" que no reprodujera las exógenas
delimitaciones intergrupales.
Aquellos sistemas educativos que aplican exitosamente este enfoque de la
interculturalidad como interactuación en la heterogeneidad son los que mejor
han logrado combinar e integrar el discurso intercultural con las innovaciones
pedagógicas en el aula. En general, el constructivismo pedagógico son
elementos importantes compartidos tanto por el modelo de la "educación
intercultural a través del aprendizaje complejo", por un lado, y las
innovaciones pedagógicas.
La educación indígena
bilingüe y bicultural.
En 1978, la (SEP) reorganiza sus actividades y con la Dirección
General de Educación Indígena (DGEI) crea una institución dispuesta a dialogar
con el magisterio y a experimentar con innovaciones en los programas formativos
y curriculares. Surge así una estrecha y fructífera colaboración entre
la DGEI y la arriba mencionada organización gremial del magisterio
bilingüe, la ANPIBAC, en cuyo resultado los maestros indígenas presentan su
propia concepción educativa alternativa bajo la denominación de "educación
bilingüe bicultural. La implantación oficial del sistema de educacion primaria
de tipo bilingüe y bicultural, aunque con todo derecho es considerada como una
gran conquista del movimiento gremial del magisterio indígena, no obstante,
sigue padeciendo las mismas deficiencias que su precursor monocultural mestizo:
una preparación acelerada, abreviada y por tanto deficiente del personal
docente, una dotación insuficiente de material didáctico y recursos de apoyo,
una política de plazas
A esta sobrecarga de funciones de intermediación educativa, cultural y
política se une de forma cada vez más patente un profundo conflicto de lealtad:
en casos de conflicto y enfrentamiento entre la institución indigenista y la
comunidad "beneficiaria", el maestro a lo largo de sus actividades de
traducción e hibridación cultural a menudo se encuentra mediando entre bandos
antagónicos.
Nuevas redes de
"mediadores culturales" y sus campos de transferencia.
En primer lugar, cabe resaltar que tanto en México como en el resto de
América Latina el campo de la educación intercultural se distingue por su
composición interactoral. Confluyen actores provenientes de las esferas
políticas gubernamentales tanto como de los movimientos sociales y
particularmente indígenas. Entidades académicas, escuelas de formación de
docentes, instituciones federales y estatales así como organizaciones
no-gubernamentales ofrecen espacios organizativos para que estos
intermediarios articulen sus respectivos discursos en torno a la
interculturalidad.
Esta labor de orientación más bien "intracultural", se
complementa necesariamente con actividades clásicas de intermediación
"intercultural", dirigidas hacia las instituciones educativas
exógenas y su entramado burocrático y programático. Se constituye así una
nueva generación de intelligentzija indígena y/o mestiza,
ampliamente letrada y crecientemente enfocada hacia el diálogo con actores
extracomunitarios, que permite entablar novedosas relaciones de cogestión,
negociación mutua y retroalimentación local.
La comunidad como
modelo educativo.
Es este giro hacia la comunidad como forma de organización reivindicada
y practicada por los movimientos indígenas contemporáneos el que justifica y
legitima la nocion de "comunidad". Desde 1994 y sobre todo desde
el sexenio 2000-2006 se percibe un intento gubernamental de tipo
"post" y/o "neoindigenista"que responde a los reclamos
indígenas de autonomía y de reconocimiento pleno de la comunidad con
concesiones de "interculturalidad". Como gran parte de los
protagonistas de los movimientos indígenas son de extracción y formación
magisterial, tanto la escuela "indígena bilingüe", ahora redefinida
como "bilingüe e intercultural", como las otras instituciones
educativas media superiores y superiores, rápida y fácilmente se convierten en
una "arena política".
La comunalidad expresa principios y verdades universales en lo que
respecta a la sociedad indígena, la que habrá que entenderse de entrada no como
algo opuesto sino como diferente de la sociedad occidental. Para entender cada
uno de sus elementos hay que tener en cuenta ciertas nociones: lo comunal, lo
colectivo, el sentido comunal e integral de cada arte que pretendamos
comprender y explicar, nuestro conocimiento estará siempre limitado.
En este sentido, la comunalidad "es una forma de nombrar y entender el colectivismo indio", que se estructura en la vida cotidiana en torno a una serie de ejes que organizan a la comunidad:
1. La tierra, como madre y como territorio. 2. El consenso en asamblea
para la toma de decisiones. 3. El servicio gratuito, como ejercicio de
autoridad. 4. El trabajo colectivo, como acto de recreación. 6. Los ritos y
ceremonias, como expresión del don comunal.
Educación y
ciudadanía intercultural.
Un discurso menos limitado al contexto local y comunal de las regiones y
municipios que practican una "autonomía de facto" es el
que han ido desarrollando Tubino acerca de la ciudadanía intercultural. Partiendo
de una distinción entre dos vertientes del discurso intercultural, la
"interculturalida oficial" y la "interculturalidad
crítica", estos autores importan la noción originalmente anglosajona de
"ciudadanía multicultural" de Kymlicka.
Asimismo de la propuesta terminológica de una "ciudadanía
étnica", que desarrolla De la Peña (1998) para las reivindicaciones de
etnicidad política en México, Tubino entiende por ciudadanía intercultural una
capacidad culturalmente específica de ejercer derechos en contextos de
desigualdad y asimetría históricamente arraigados. En estos, la ciudadanía ya
no es un contenido curricular ni tampoco una estrategia transversal, como
en la reciente reforma de la "formación cívica y ética", sino que se
entiende como una praxis política situada, en la cual los docentes indígenas
adquieren derechos ejerciéndolos y ampliando con ello su "margen de maniobra"
como actores colectivos frente al Estado-nación.
De lo indígena a lo
migrante: ¿educación intercultural para todos?
El punto de partida lo constituyen las migraciones indígenas del campo a
la ciudad; ello desafían el subsistema de educación intercultural
bilingüe, que antes únicamente cubría espacios rurales, no urbanos. La actual
política educativa de México establece que la educación en y para la diversidad
es para todos los mexicanos y no sólo para los pueblos indígenas. Por
ello, se busca que la figura docente cuente con las herramientas necesarias
para acercar el conocimiento a las niñas y los niños con calidad, equidad y
pertinencia sociocultural, étnica y lingüística.
La correspondiente "educación intercultural para todos",
acuñada por Schmelkes (2003), consiste en aplicar la interculturalidad a todo
el sistema educativo, no solamente el subsistema intercultural y bilingüe, y en
todos los niveles educativos, no únicamente en la educación preescolar y
primaria. Se trata por tanto de transversalizar un enfoque intercultural, que
visibiliza la diversidad, celebra la interacción y promueve actitudes positivas
ante la heterogeneidad, y todo ello más allá de cualquier materia o asignatura
escolar.
Comunalidad e
interculturalidad como tipos ideales.
En el ámbito educativo local, el comunalismo recurre a la intracultura,
al habitus de comunalidad como fuente legítima de métodos, competencias y
contenidos endógenos de un diseño curricular comunitario.
Estos modelos son meramente heurísticos y tipológicos, dado que no se trata de yuxtaponer simplemente lo comunal y lo intercultural, lo endógeno y lo exógeno, sino que estas dimensiones se interrelacionan como "tipos ideales" como soluciones que en los contextos concretos y situados de las distintas propuestas educativas llamadas interculturales aparecen siempre de forma mezclada, en constante tensión, contradicción y conflicto normativo :
Tipo A= interculturalidad y comunalidad:
Este tipo representa un modelo educativo implícito, no explícitamente
formulado, que se basa en la praxis cotidiana local, habitualizada e híbrida
como base de los procesos de enseñanza-aprendizaje escolares. Dirigida a las
relaciones externas de la comunidad, con la intracultura, dirigida hacia dentro
del espacio comuna.
Tipo B = interculturalidad y comunalismo:
Aquí se trata de un modelo educativo que es implícitamente monológico y
que se presenta como explícitamente intracultural; en él se prescriben
contenidos y métodos de enseñanza-aprendizaje únicamente endógenos, a la vez
que se invisibilizan aportaciones fácticas de métodos de enseñanza-aprendizaje
exógenos.
Tipo C= interculturalismo y comunalidad:
Este tipo constituye un modelo educativo que también es implícitamente
monológico, pero que se manifiesta como explícitamente intercultural; en este
sentido, este modelo prescribe contenidos y métodos de enseñanza-aprendizaje
exógenos, mientras que simultáneamente invisibiliza aportaciones fácticas de
métodos de enseñanza-aprendizaje endógenos.
Tipo D= interculturalismo y comunalismo:
Por último, este tipo se refiere a un modelo educativo que es
explícitamente dialógico y que opta por combinar recursos intraculturales e
interculturales; con ello, se procura negociar contenidos y métodos de
enseñanza-aprendizaje tanto endógenos como exógenos.
Sólo así será posible desarrollar estrategias pedagógicas
contextualmente pertinentes y evitar que en estos intercambios crecientemente
transnacionales y globalizados se copien ingenuamente o se mimeticen
"soluciones educativas" trasladadas desde un marco nacional o
regional a otro. Se trata, a fin de cuentas, de interrelacionar y con ello de
descolonizar diversos "saberes legos, populares, tradicionales, urbanos,
campesinos, provincianos, de culturas no occidentales (indígenas, de origen
africano, oriental etc.) que circulan en la sociedad"
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